La historia comienza. Ahora mismo, en este mismo instante. ¿Por qué no? Es tan buen momento como cualquier otro. No hace falta mucho. Un bolígrafo, un cuaderno de rayas. Que no sea blanco. No hay necesidad de echar leña al mito del folio en blanco. Escribe. Escribe una palabra. Da igual que suene bien. Da igual que sea música, que sea historia, que sea brújula o que sea díscola. Escribe una palabra.
La historia comienza. Érase una vez… Al despertar Gregorio Samsa una mañana tras un sueño intranquilo… Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota… He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral… Mucho tiempo he estado acostándome temprano… En un lugar de la Mancha… Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía.
La historia comienza una y mil veces. Comienza todas las veces, cada una de las veces. Da igual cómo. Pon un pie, después el otro, una piedra, un guijarro, un pedrusco. Prepara una taza de café muy amargo y busca un hueco junto al brazo del sofá. Coloca allí tu cuaderno. Descalza tus pies, dobla las piernas y estíralas hacia un costado. Respira profundo. Hay una palabra para todo eso, siempre hay una palabra para todo: arrellanarse. Es el momento. Escribe. Solo escribe.
La historia comienza. No importa cómo. Solo escribe. Eso que ves delante es el vacío, la ausencia de palabra. No tengas miedo, el remedio es sencillo y dulce. Escribe una palabra. Enrédala con otras palabras. Enredadera. Cúbrela de sustantivos y verbos. Cúbrela.Culebra. La culebra cubre la enredadera. La enredadera culebrea por la cubierta. Escribe y todo comienza.
La historia comienza contigo, con esa palabra. Arremángate, ensucia el cuaderno, emborrona, tacha. Tacha un poco, pero no mucho, nunca demasiado. No tiene que ser perfecto, es solo el punto de partida, el comienzo. La historia comienza, sí, pero recuerda que la historia no es solo comienzo. La historia comienza, y luego debe proseguir. Así que tacha solo un poco, un poquito, nunca demasiado. Tacharemos después. Mucho después. Ahora solo escribe… es así como tu historia comienza.
Todos los meses lanzaremos un reto para que nos hagáis llegar vuestras historias y sortearemos un libro entre todas las que recibamos. Empezamos por el principio, así que este mes algún afortunado se hará con un ejemplar del libro de Amos Oz La historia comienza.A cambio, de vosotr@s solo esperamos una cosa: escribir y escribir para que todo comience.